ESE ENEMIGO

 

Te has quedado alguna vez de que siempre, en casi todas las cosas y situaciones de la vida, buscamos un malo, una persona con la que poder descargar toda la rabia, resentimiento, odio y asquéos, ya sea delante de él, o casi mas probablemente a sus espaldas, para sentirnos bien? Siempre delante de un amigo, la familia, a cualquiera que te pregunte por algo, vas tú y, toma, despotricas que da gusto verte, te quedas "descansao" de tantas cosas negativas que hablas de alguien en concreto, en concretas situaciones:

La vecina del quinto, para poder estar bien en la comunidad de vecinos o en tu propia casa, con tu familia pareja...

Ese compañero de trabajo, que mas que compañero se ha llegado a convertir casi en tu eterno rival ( para ganar mas dinero, o no ) y todo por justificar a tu inconsciente que estas bien en el curro, por no hablar del malvado jefe...

A ese amigo de la peña, que si no te metes con él por lo que sea, parece que no duermas tranquilo, así de paso nos afianzamos en un supuesto cargo o puesto jerárquico dentro del grupo, la pandilla...

Por no hablar de Bush, ese perfecto enemigo en el que descargar toda la culpa de la humanidad y sociedad actual, con su manera de monopolizarlo todo, etc...

Es algo que parece incomprensible, pero no menos cierto, es como si no supiéramos o no pudiéramos estar bien con todo o con todos, así la búsqueda de una persona o entidad con la que poder descargar todo lo negativo que pienses, hace automaticamente, darle mas valor a lo poco que tengas, a lo que ya hayas conseguido, por pequeño que sea.

Justificamos las cosas, nos gusten o no, gracias al malo de turno, nunca con el bueno, o solo en contadas ocasiones. A veces, las personas llevamos consigo el germen de lo negativo, donde solo viendo el peor lado de las cosas, nos auto-convencemos de lo bueno de éstas.

El problema es que nos volvemos hipócritas, si me quejo de mi compañero de curro, asumo mi rol como trabajador y ya estoy a gusto en el trabajo, cuando de verdad, lo que no nos gusta es el trabajo, no ese compañero cabeza de turco que hemos buscado para aceptar la realidad, que no es otra que, si quieres "algo" hay que trabajar.

Hipócritas cuando ponemos a "parir" a alguien delante de los demás y a espaldas de éste, y cuando estamos con él nos callamos como si no hubiera pasado nada, como si él y yo fuésemos igual de íntimos que con los demás, creando así discordia en el grupo y malestar, pues pones la "mosca" en la oreja de los demás sin motivo alguno.

Somos gente rara y culpamos al prójimo para poder estar a nuestra manera en este mundo, sin fijarnos en el mal que nosotros mismos hacemos con todo lo que nos rodea. Así que ya sabes, si quieres estar bien con algo o alguien, deberás buscarte tu propio enemigo, para así poder observar nuestra extraña personalidad.